Los 2 tipos de fuentes para financiar proyectos sociales y empresariales
Actualmente son muchas las personas que se lanzan a la aventura del emprendimiento, dado que es una de las oportunidades más ventajosas en el ámbito empresarial. A pesar de esto, son grandes las dudas que se pueden tener con la llegada del COVID-19, puesto que la financiación adquiere una importancia tan valiosa como necesaria, existiendo hoy en día diferentes tipos conforme a las necesidades de cada individuo o empresa.
En la mayoría de los casos la financiación, sea del tipo que sea, es necesaria para la creación de pymes o para autónomos y la supervivencia de éstos en una situación aún más cambiante tras la crisis sanitaria.
Hoy en día se puede elegir entre numerosas fuentes de financiación para empresas, según cada situación, como las 3Fs, el tan conocido préstamo o el factoring. No obstante, la tecnología ha permitido crear las dos definiciones más provechosas e interesantes del sector para financiar proyectos sociales y empresariales: el “crowdfunding” y el “crowdsourcing”.
¿Qué es el “crowdfunding”?
Para financiar proyectos sociales o empresariales se emplea el crowdfunding cuando un gran número de personas entregan una suma de dinero pequeña con el fin de conseguir la financiación durante un tiempo determinado. Asimismo, existen 4 tipos:
- Crowdfunding de donación: como su nombre indica, se dirige a financiar proyectos sociales y trata de donar o dar de manera altruista una cantidad de dinero sin beneficio económico de vuelta.
- Crowdfunding de recompensa: consiste en recibir un producto o servicio a cambio de una contraprestación por parte de los inversores. Por consiguiente, ambos salen beneficiados, pues la empresa realiza un lanzamiento previo del producto o servicio y los inversores lo reciben a un precio menor.
- Crowdfunding de inversión: los inversores reciben una participación del capital de la empresa y los inversores logran la rentabilidad en el momento en el que se obtiene la financiación del proyecto.
- Crowdfunding de préstamo: es una fuente muy atractiva y popular mundialmente y consiste en que los inversores aportan dinero a cambio de una contraprestación con intereses (que oscila entre los 6 meses y 3 años), devolviendo a éstos los fondos más una rentabilidad.
¿Y qué es el “crowdsourcing”?
En cambio, financiar proyectos con crowdsourcing no conlleva contribución económica, puesto que se externalizan las tareas y las labores de todo tipo de profesionales. De esta manera, se adquiere la creación de ideas de forma continuada, disminuyendo costes y esfuerzos por las tareas realizadas de toda una comunidad.
Si necesitas más información acerca de estas u otras formas de financiación para proyectos empresariales, no dudes en contactar con nuestros expertos. En Grupo Lever te asesoraremos en todo lo que necesites.
